Estudiante de la FESI: una de las 25 Mujeres en la Ciencia en Latinoamérica

Priscila Pineda Villegas, estudiante del programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas de nuestra Universidad Nacional, el cual cursa en la Unidad de Investigación de Biomedicina (UBIMED) de la FES Iztacala, fue reconocida como una de las “25 Mujeres en la Ciencia Latinoamérica”; primera edición de la iniciativa lanzada por la compañía multinacional 3M para destacar el papel de la mujer en el ámbito científico y motivar a jóvenes y niñas a incursionar en el mismo.

En el marco del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia se dio a conocer, en ceremonia virtual, a las 25 científicas emergentes latinoamericanas seleccionadas, quienes formarán parte de una plataforma de visibilidad y networking científico, que incluye: inclusión de sus proyectos en el libro conmemorativo “25 Mujeres en la Ciencia Latinoamérica” –ya publicado como un e-book–, asignación de un científico de 3M para tener una sesión de coaching 1:1, invitación para participar en el podcast “Elemental” de 3M, y el Blog de Curiosidad, entre otras actividades.

Fueron más de mil postulaciones las que se recibieron en esta primera edición y de entre ellas, Priscila Pineda, junto con otras cuatro mexicanas, destacó tras la evaluación del jurado que apoyó a esta convocatoria regional. Así, 3M busca inspirar a las féminas a involucrarse más en esta área, ya que la historia de estas mujeres muestra su trabajo en la ciencia, el cual ha hecho la diferencia en la vida de las personas y en la sociedad.

Egresada de la carrera de Biología de la FES Iztacala, Priscila se vio atraída a la actividad científica desde los primeros semestres de su carrera y que se cimentó al integrarse al Laboratorio 12 de la UBIMED, a cargo del Dr. Federico Ávila Moreno; espacio donde comenzó a conocer las entrañas del trabajo científico y en donde aún continua su preparación, ya que ahí desarrolla sus estudios de doctorado con el proyecto “Regulación del Balance Polycomb vs Trithorax por Mesenchyme Homeobox 2 en la progresión del cáncer pulmonar”, tema en el que desde hace algunos años está comprometida, sobre todo en la contribución al conocimiento básico para la atención de esta enfermedad.

La joven bióloga recuerda que si bien quería estudiar Psicología, al momento de llenar sus opciones de carrera, no sabe por qué, fue biología su primera opción; disciplina que desde el inicio la atrapó, en particular la biología molecular, y fue en el tercer semestre cuando llegó a dicho laboratorio.

Sin dejarse influenciar por los comentarios negativos sobre la carrera y decidir quedarse en ella, por las mañanas cursaba sus estudios de licenciatura mientras que por las tardes aprendía otras cosas en el laboratorio de donde salía casi siempre de noche “porque yo estaba aprendiendo a hacer un montón de cosas, y me emocionaba hacerlas”. Dado el tiempo que pasaba en este espacio universitario decidió realizar en él su servicio social y trabajo de tesis de licenciatura, para así continuar con su formación en el posgrado.

Como estudiante enfrentó obstáculos que nada tuvieron que con el hecho de ser mujer sino más bien con las circunstancias de vida: hubo momentos en que debió trabajar, tomar sus clases, asistir al laboratorio, mantener a sus amigos y una relación de pareja “era bien complicado; dentro de una carrera científica es difícil y siempre hay retos”. Tanto en el ámbito académico como en el científico se considera afortunada porque nunca ha tenido que enfrentarse a algún tipo de discriminación por razón de género.

La convicción de poder hacer lo que le llama la atención y esforzarse por ello también se refleja en la esfera personal, ya que desde hace diez años conduce motocicletas, “todas las personas que me conocen saben que yo y las motocicletas somos uno. En mi familia, todos, siempre, hemos andado en motocicleta y es algo que a mí me gusta mucho”. A pesar de ser un ámbito mayormente masculino, en el motociclismo tampoco ha vivido algún tipo de discriminación por ser mujer; es más, esto la llevó a tomar cursos de mecánica en motocicletas porque considera que debe ser capaz de enfrentar cualquier situación al respecto sin depender de otros.

Priscila considera que la mujer tiene muchas capacidades que no conoce o no se atreve a ver, “creo que nosotras tenemos entre nuestras manos la oportunidad y la capacidad para contribuir a cambiar el mundo, y hay muchos ejemplos en la historia. La cuestión es pensar que podemos hacerlo y tomar las acciones correspondientes”.

Señala que tanto los hombres como las mujeres deben ser rebeldes, en el sentido de ser valientes para enfrentar los retos u obstáculos que se presentan para alcanzar aquello que se quiere ser o hacer; entiende que a veces es muy difícil pero es posible lograrlo; revelarse primero, agrega, ante uno mismo.

Por otro lado, refiere que casualmente encontró esta primera convocatoria de 3M para la postulación de mujeres involucradas con la ciencia y la tecnología, y que pudieran influenciar a otras mujeres a incursionar en estos ámbitos. Indica que realmente fue una sorpresa cuando recibió la noticia de ser parte de este grupo de 25 mujeres científicas latinoamericanas. Finalmente reconoce que se necesita a la mujer en los campos de la ciencia, la tecnología, ingenierías y matemáticas, áreas en las que aún es poca su presencia. Asimismo invita a otras féminas a participar en la próxima convocatoria de 3M.

La primera generación de mujeres científicas latinoamericanas reconocidas por 3M la conforman: dos de Argentina, seis de Brasil, tres de Chile, cinco de México, tres de Colombia, una de Uruguay, dos de Panamá y tres de Perú.

Reporte: Esther López

Fotos: Cortesía de Rafael Sánchez