Mtra. María de los Angeles Herrera Romero[1]

El Caballero de la armadura[2] oxidada es una novela del estadounidense Robert Fisher, publicada en 1989. El libro narra la vida de un caballero medieval que se consideraba buena gente y generoso, y dedicaba su vida a luchar en cruzadas, matar dragones y rescatar damiselas. Este caballero portaba en la lucha, una bella armadura que reflejaba unos rayos de luz tan brillantes que el sol parecía salir de él mismo en lugar del cielo, con el paso del tiempo el caballero se acostumbró a llevar la armadura siempre puesta, por lo que un día su esposa le pide que se la quite, porque su hijo ya no se acuerda del rostro de su padre sin su armadura, y descubre que no puede quitársela, es así como comienza un largo camino para encontrar ayuda para poder deshacerse de su armadura. Durante viaje recibirá la ayuda de varios personajes que le sirven de guía, compañía y ayuda para lograr el cometido de quitarse la armadura.

En este libro podemos ver como el varón protagonista de la historia trata de cumplir con el rol que socialmente esta establecida, haciendo lo que un caballero “debe hacer”, y en este “cumplir con lo que se espera”, se olvida de su propio ser, se olvida de quién es y vive con una máscara o fachada social al grado de desarrollar problemas dentro de su entorno familiar y generar que ni siquiera su familia lo reconociera.

El quitarse la armadura, es una metáfora sobre la búsqueda de sí mismo, y en esta búsqueda quien lo ayuda a encontrarse y deshacerse de esa armadura “fachada social”, son otros personajes masculinos como el herrero que trata de quitar con su “gran fuerza” la armadura o el bufón que le indica el lugar donde se encuentra Merlín (el mago sabio que le ayuda a llegar a su destino), o el dragón que le ayuda a enfrentar sus miedos para conocerse a sí mismo, o el Rey que lo ayuda a salir del castillo del silencio, lugar donde se encuentra a sí mismo personaje representado por Sam, que es su voz interior.

Al final de la travesía, el caballero sube la cima de la verdad en donde queda sin armadura quedando como última reflexión la frase de “Aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”, lo cual me lleva a pensar que en estos tiempos de cambio, tanto hombres como mujeres debemos reflexionar sobre la “armadura” que traemos puesta y tal vez sea hora de iniciar nuestro camino, para que en contacto con nuestros iguales, re escuchemos nuestra voz y analicemos, si como hombre o mujer, soy quién quiero ser o quién la sociedad me dice que debo ser.


[1] Profesora de asignatura de la Carrera de Psicología. Integrante del Programa Institucional de Estudios de Género Iztacala (PIEGI). Integrante de la Red de docencia, servicio e investigación en violencia escolar de la FES Iztacala.

[2] Fisher, R. (1989) El caballero de la armadura oxidada, Ediciones Obelisco: Estados Unidos.