El criminal se puede definir como la persona que comete una falta en las reglas sociales que atente con la vida de las demás personas.

La dopamina no está incluida en este trastorno porque por más que parezca que se tienen mecanismos dopagenéticos.

Este artículo hablará de los daños que un criminal presenta en el cerebro, emociones que presenta y si existe algún tipo de tratamiento para estas personas.

Afectaciones en el cerebro criminal

Las neurociencias actuales han descubierto una relación entre el comportamiento criminal con afectaciones en el cerebro.

Los lóbulos frontales al ser deteriorados por una enfermedad y/o un daño provocado por golpes, pueden provocar un deterioro en la intuición y del impulso. Se cree que el desarrollo ontogenético del comportamiento antisocial está relacionado con la corteza prefrontal ventromedial, la corteza cingulada, la amígdala o la corteza prefrontal dorsal lateral.

Algunos de los neurotransmisores también pueden afectar al comportamiento y así generar una conducta antisocial, por ejemplo, la serotonina, la histamina, adenosina, los esteroides, etc. La serotonina, por ejemplo, cuando tienen niveles bajos de 5-HT se puede tener comportamientos.

Las zonas afectadas y agrega la corteza frontopolar, que es la encargada de la autoevaluación y funciones metacognitivas, la corteza orbitofrontal y la corteza prefrontal ventromedial que son las que se encarga de la toma de decisiones y el proceso de la culpa, la corteza prefrontal media dorsal y el sistema neural especular son los encargados de la empatía.

Emociones

Los criminales son seres humanos, pero con diferencias cognitivas a la de las personas normales, ¿Qué sienten ellos en el acto?, ¿Después del acto? Se piensa que las personas que cometen delitos tienen una dificultad para conectar áreas cognitivas y emocionales, esto es gracias a una alteración en la producción de los juicios morales.

Se sabe que las emociones pueden afectar a la memoria directamente y esto altera las facultades mentales como lo es el aprendizaje, por ejemplo, cuando una persona está enamorada no puede prestar atención a lo que aprende, o cuando se está colérico no se aprende con facilidad.

El criminal puede pasar por un estado emocional que es un sentimiento de arrebato donde se hace una pérdida temporal de la imputabilidad. Las personas se lastiman con diferentes sentimientos de acuerdo a lo que haya vivido. Para que el criminal desencadene un tiempo pasional se necesita de cuatro cosas.

Tratamientos

Las herramientas con las que se puede detectar un daño, o un trastorno que genere una conducta criminal pueden ser el Itinerario de Evaluación de la Personalidad (PAI), que es para personas de 18 años en adelante. Otra es la Batería Neuropsicológica de Funciones Ejecutivas y Lóbulos Frontales que sirve para estudiar las zonas del cerebro relacionadas con la conducta criminal.

Para poder aplicar un tratamiento se debe saber la biografía del criminal, ya teniendo esta información se puede determinar el tratamiento eficaz para el homicida. Es importante saber si la persona sufre de alguna enfermedad mental para ser tratada y así poder evitar que las conductas criminales sigan. El trabajo de tratamiento debe ser multidisciplinario, ya que, en caso de estar enfermo de un trastorno, se debe tener un tratamiento farmacológico, apoyo psicológico individualizado, esto debe ser de forma individual y compreso. La rehabilitación se puede ofrecer desde dando un trabajo especializado a la persona, dando una educación social sana recreando así, la optimización de las capacidades de la persona en tratamiento. Las cárceles muchas veces quedan cortas con los tratamientos adecuados que deben tener los delincuentes.

 

Guzmán Blanco Alma Nohemí

Carrera de Psicología