Análisis de los sueños infantiles desde el Psicoanálisis y el Conductismo

Resumen: El desarrollo de este artículo gira en torno a la modificación de la conducta, por parte del conductismo, y de la interpretación de los sueños, por parte del psicoanálisis. Cobra relevancia el que los padres tomen interés en los sueños de sus hijos, ya que a través de ellos éstos interpretan lo que están viviendo, a través de sueños “disfrazados” pero que determinan algo que les angustia. El acercamiento de los padres debe ser con ciertos límites, para que así los niños tengan más confianza en contarles sus sueños y así los padres puedan interpretar dichos sueños, donde a partir de ellos sabrán qué hay detrás o qué piensan los niños o cómo están viviendo una situación, sabiendo así qué les preocupa a los niños y poder ayudarlos a modificar las conductas que les causa ese temor para que así ya no tengan esos sueños.

Abordaremos este artículo con la noción de relacionar la teoría conductista con la teoría de los sueños introducida por Freud, con el objetivo de analizar cómo se puede aplicar el conductismo en niños al momento de interpretar sus sueños. Es importante hacer una introducción sobre ambas teorías, en donde abordaremos los temas que girarán en torno al análisis entre conducta y sueños.

Comencemos con que uno de los grandes temas del conductismo es la modificación de la conducta, abarcando esta los estímulos y reforzadores, esencialmente, para obtener un cambio de actitud radical. Respecto a lo anterior, Pear (2008; citado en Espinoza, 2016), menciona que la forma en que las personas quieren disciplinar a los niños se ha convertido en un conjunto de reglas muy estricta con el objetivo de inducir temor, lo cual estará ilustrado en un ejemplo más adelante, siendo estas conductas las más concurridas en las escuelas, pero sobre todo el hogar. Desde casa se establecen las primeras relaciones afectivas en los niños, así como la comunicación más importante; comunicación familiar. Por tal motivo, los vínculos establecidos desde casa repercutirán en las relaciones y en el comportamiento de los niños con su entorno. Así, por ejemplo, si en cualquier entorno en donde esté presente el niño hay comportamientos agresivos por parte de los adultos, es claro que tal situación derivará el mismo comportamiento en los niños, estableciéndose así círculos viciosos de interacción.

Soto (2017), menciona que cuando se habla de agresividad, se lo realiza refiriéndose al hecho de hacer daño físico o psíquico, y el psíquico estará expresado en los sueños. La forma de crianza en niños es determinante para cada etapa del desarrollo cognitivo, de lenguaje, también para el área afectiva y motriz, así como lo menciona Santacruz (2012). Es importante analizar el comportamiento de los niños ya que todo tiene una causalidad; también es valioso que los padres aprendan a identificar los motivos de la conducta del niño. Skinner (1974; citado en Espinoza, 2016), menciona que “hay muchos patrones de conducta que podemos analizar en nuestros niños para ir concluyendo su forma de actuar”. Todo lo anterior permitirá también un aprendizaje en el niño, pues al comprenderlo y guiarlo el niño obtendrá las pautas para aprender si algún comportamiento está bien o no.

Para Freud, el mundo de los sueños era cuando las personas podían satisfacer todo lo que no podían en el mundo de la realidad. Freud elaboró un modelo definitivo de la mente en 1933, donde es necesaria la represión, ya que los impulsos instintivos se manifiestan mediante pasiones difíciles de controlar, fantasías a nivel infantil y también a nivel agresivo. De esta manera Freud no solamente explica cómo los deseos reales se ocultan en el sueño para poder realizarlos, si no además cómo al contarlos e interpretarlos el paciente siente alivio. En primer lugar antes de burlar los componentes del sueño, tenemos que distinguir entre el contenido manifiesto y el latente para poder comprender mejor su teoría; el contenido manifiesto del sueño experimentado de manera consciente y en contraposición el contenido latente inconsciente en el propio sueño, así pues el contenido manifiesto es el que forma todo sueño. Hartmann (2010), considera que la interpretación del sueño consiste en la actividad de la censura hacia el contenido latente y su posterior revisión secundaria, por tanto, para poder llegar a la interpretación del sueño tenemos que explicar el mismo mediante la asociación libre de ese contenido latente a través del contenido manifiesto que se va narrando del sueño que se recuerda, es decir, darle lógica y temporalidad a esos símbolos y representaciones primitivas del sueño.

Por la reacción del contenido latente al manifiesto, los sueños pueden dividirse en tres categorías: 1) Aquellos que poseen sentido y que son compresibles. Se caracterizan por ser sueños breves en general, frecuentes, y que no despiertan en su mayoría nuestra atención porque carece de todo aquello que nos causa extrañeza o asombro; 2) Aquellos que, aunque presencian coherencia y poseen un claro sentido, causan extrañeza por no saber como incluir dicho sentido a la vida psíquica; y 3) Aquellos que carecen de ambas cualidades: sentido y comprensibilidad, y se muestran incoherentes, embrollados y faltos de sentido. Estos sirven de base a la teoría médica de la actividad psíquica limitada.

Al primer grupo pertenecen los sueños infantiles, los de los niños, ya que poseen un claro sentido y no causan extrañeza. De ellos se puede llegar a la conclusión que los sueños se conexionan con la vida diurna. Aunque esto también puede darse entre los adultos. También se llega a otra conclusión; que los sueños infantiles son claramente deseos que se quieren cumplir; esto también dado en los adultos, pero en los cuales ya hay una serie de complicaciones, porque pueden darse otro sentido diferente.

Pasando ahora a la interpretación de los sueños infantiles, es bien sabido que dichos sueños son causa de algo que los niños están viviendo y que les causa angustia. Para los niños, soñar es como jugar mientras el cuerpo descansa. Como ya se mencionaba antes, la comunicación es importante, y el niño siempre la aplica cuando quiere contar sus sueños con la intención de crear admiración en el otro, así considerado por Siegel y Bulkeley (1998).

También dicho antes, y respecto a la forma de modelar el comportamiento, pues si el niño está viviendo en un ambiente agresivo entonces manifestará también dicha agresividad en sus sueños, con el afán de hacer en su sueño lo que no puede hacer en la vida real, por ejemplo, si el niño sueña que asesina a alguien se relaciona con que el niño va a querer buscar soluciones violentas a los problemas de la vida, “y si los padres escuchan con atención esos sueños pueden enterarse de las cosas que les servirán para ayudar a sus hijos a adaptarse mejor” (Siegel y Bulkeley, 1998, p. 117) a cualquier ámbito que les esté causando angustia.

Todo lo que viven los niños día con día son claves importantes para interpretar sus sueños, pues interpretar los sueños de los niños es más fácil, ya que algunos son muy breves y hablan exclusivamente de situaciones que vive el niño pero de una manera “disfrazada”, por ejemplo, un niño puede estar teniendo problemas con una maestra debido a que ésta es estricta y le dice que su tarea está mal, entonces el niño integra eso a su inconsciente y trata de resolver ese problema a través de un sueño, teniendo entonces que sueña que un dragón lo persigue porque ha hecho las cosas mal, y entonces el niño trata de correr pero no lo hace y le dice al dragón que hará las cosas mejor; claramente el dragón es la maestra y él es el que está corriendo, pero soñó a la maestra en forma de dragón, ya que este animal hace sentir miedo y por ser tan grande para él, el niño lo ve como alguien con quien no puede luchar. Es importante ver de lo que están compuestas las partes del sueño para entonces llegar a la interpretación y así ayudar a los niños a manejar mejor sus emociones respecto a lo que sueñan. 

Con lo anterior, entran en juego todas las cotidianidades del niño, y aceptamos que estamos en un mundo en que a través de saber interpretar los sueños de los niños podemos comprender mejor su mundo, podemos saber cómo están percibiendo lo que viven y también podemos saber qué les causa temor, etc. En el momento de interactuar con el niño para obtener que comunique su sueño, estamos aplicando la comunicación, lo cual es de suma importancia al momento de comprender los pensamientos de un niño. Podemos ver entonces que a través de las dinámicas, a través del juego, a través de los comportamientos, podemos determinar qué está pasando en el sueño del niño y cómo se relaciona con la realidad, por eso ambas teorías que tocamos en este artículo son importantes en todo lo hablado.

Hernández Miranda-Adriana

Norberto Felipe-Lizbeth

Referencias

Espinoza, C. (2016). Modificar la conducta de los niños de cinco años que presenten comportamiento agresivo mediante el reforzamiento positivo (Tesis de pregrado). Unidad Académica de Ciencias Sociales, Machala. Disponible en http://repositorio.utmachala.edu.ec/bitstream/48000/9712/1/E-3589_ESPINOZA%20CABRERA%20CRISTIAN%20DANILO.pdf

Hartmann, E. (2010). La naturaleza y las funciones del sueño. New York: Oxford University Press. ISBN-13: 9780199751778 

Santacruz, X. (2012). La crianza de los hijos en el desarrollo de las potencialidades de niños y niñas de 2 a 3 años del centro de estimulación temprana (Tesis de pregrado). Universidad técnica de Ambato, Ecuador. Disponible en http://repositorio.uta.edu.ec/bitstream/123456789/7160/1/XIMENA%20GUADALUPE%20SANTACRUZ%20BARRIGA.pdf

Siegel, A. y Bulkeley, K. (1998). Cómo interpretar los sueños infantiles. España: Espasa.

Soto, B. (2017). Modificación de la conducta agresiva en niños, postulados de Skinner según la teoría de condicionamiento operante, referente al castigo.Machala: Registro Digital Institucional de la Universidad técnica de Machala.