Dra. Artemisa Flores: de la FESI a Silicon Valley
La carrera académica en aula y laboratorio que forjan a un investigador requiere de conocimiento y una trayectoria que día a día se va ampliando, donde también se interponen situaciones socioculturales ha enfrentar, y así lo expuso la doctora Artemisa Flores Torres quien actualmente se desempeña, en lo que ella menciona, el trabajo de sus sueños en Synthego empresa de ingeniería genómica donde aplica, experimenta y capacita a más de 15 personas en la purificación de proteínas por HPLC y espectrometría de masas entre otras actividades, todas apegadas al campo de la ciencias biológicas.
Con esa base es que se desarrolló la charla que la doctora Artemisa brindó a la comunidad de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FESI) enfocada a quienes estudian y trabajan en distintas líneas de investigación de las ciencias biológicas. Ahí el Dr. Hugo Virgilio Perales Vela, jefe de la Carrera de Biología comentó a los asistentes que en la UNAM la formación es integral, por ello, la plática Una Bióloga de Iztacala en Silicon Valley, explicaría puntos relevantes en la formación del investigador y el biólogo por el contenido científico, pero sobre todo, los azares sociales que existen para que un profesional logre su objetivo en la ciencia.
La Doctora Artemisa Flores mencionó que es egresada de esta FESI, la cual la formó como bióloga; por parte de la UNAM, realizó su Maestría en Ciencias procesos donde hubo lapsos complicados pero que la hicieron aferrarse a sus objetivos. Tenacidad y ego, se contrapusieron en su desarrollo, cuando relató que las matemáticas le eran complicados, a pesar de ser hija de un matemático y de ser esta una disciplina básica en las aplicaciones de los biólogos, esa fue una de las tantas anécdotas dadas que ejemplificaron, los topes que enfrentan algunos de los estudiantes e investigadores.
Compartió que la ciencia es una de sus pasiones, así como el canto, lo cual desarrolló a la par; pasiones que le fueron abriendo camino. Desde los quince años cantó y lo practicaba; pero en 1999 se consolida este sueño, e inicia una gira por todo Estados Unidos como solista y miembro del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández. Posteriormente participa en numerosos proyectos artísticos en la bahía de San Francisco.
Ante esto, el idioma no fue su problema, lo tenía dominado, sin embargo, decidió complementar su formación académica en los Estados Unidos; y nota el acoso y diferencias a las que se enfrentan los latinos; los conocimientos no eran suficientes contra esas condiciones culturales y sociales, pero también lo enfrentaría. Relató como a la par de su formación doctoral trabajó como asistente administrativo en una compañía donde podía desarrollarse, pero la limitaron a actividades meramente basadas en su contratación. Tampoco detuvo su objetivo, contrariamente, luchó y esperó hasta que tuvo la oportunidad de mostrar, sus aptitudes y con recelo le abrieron espacio en su campo.
Finalmente, venció los obstáculos y decidió certificarse en biotecnología en el City College of San Francisco donde también realizó una estancia de investigación en la Universidad de California en San Francisco (UCSF); trabajó con el virus del COVID y dengue, revitalizando su pasión por la investigación. Ahora su residencia es Valley, California, sigue investigando teniendo amplios resultados en ese campo.
Por ello, la Doctora Artemisa Flores concluyó sus anécdotas acotando: Creo firmemente que la creatividad y la disciplina son fundamentales tanto en el laboratorio como en el escenario, e inspirar a otros con su dedicación y talento es una base del desarrollo de cualquier persona, soy afortunada por combinar la ciencia y la música y no tener que dejar ningún sueño para alcanzar mi meta.
Ante un auditorio abarrotado en la Unidad de Investigación en Biomedicina (UBIMED) agradeció el recibimiento, y enfatizó que los sueños pueden cumplirse, solo se requiere tenacidad y no dejar de crear que es la principal actividad de los científicos, dudar y buscar la respuesta de manera veraz y a través de los procesos establecidos y sobre todo, no flaquear ante nada y no soltar la meta.
Reporte: Sandra R. Irizarri