Datos relevantes para optimizar la consulta del paciente hipertenso

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Autores
Márquez López José Antonio (Facultad de Medicina), Osorio Guzmán Maricela (Facultad de Psicología), Juárez Galicia Carla Celsa Patricia ( Residente de Medicina Laboral). Ana Patricia  Bermudez  Maya (Residente de Urgencias médico-quirúrgicas ). Melchor Patricio Ana María (Medicina familiar).

Actualmente las enfermedades cardiovasculares (enfermedades que afectan al corazón y los vasos sanguíneos) son la principal causa de muerte en nuestro país, muchas de las cuales son producto de la hipertensión arterial mal controlada y sus complicaciones.

En el mes de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial y hemos querido aprovechar en la Gaceta de Iztacala este momento para reflexionar sobre la importancia de las enfermedades cardiovasculares y su impacto en el sistema de salud.

A continuación, mencionaremos las recomendaciones para optimizar el proceso de consulta para los pacientes que presentan enfermedades cardiovasculares:

Recomendaciones para la población en general

Programarse con anticipación para recibir la consulta: Trate de llegar unos minutos antes de la hora programada para la consulta (de acuerdo con lo establecido por el proveedor de salud), tenga en consideración el tráfico y otros factores que puedan afectar su traslado para que usted pueda llegar sin prisa y sin estrés a la cita médica.

Acudir con la ropa adecuada. Recuerde que la exploración física que realiza su médico es muy importante y que hay vestimentas que pudieran interferir con la medición de signos vitales o la revisión física, debido al grosor o el tamaño, por ejemplo, el uso de accesorios en el cuello o las orejas puede hacer difícil la palpación de estructuras en el cuello o bien una manga muy gruesa o difícil de quitar puede afectar la colocación del brazalete para medir la tensión arterial.

Realizar automonitoreo: La presión arterial sigue un ritmo circadiano, es decir, sus valores se modifican por la hora y el momento del día, pues se sabe que normalmente es mayor la tensión arterial por las mañanas que por las noches. Diversos estudios muestran que a los hipertensos que presentan alteración de este ritmo circadiano, manifestado por cifras de tensión arterial más altas durante las noches presentan mayores complicaciones e inclusive una mayor mortalidad.

Reconocer el estado de salud: Es muy importante que si padece alguna enfermedad crónica se lo comunique a su médico para que pueda tomar mejores decisiones terapéuticas, ya que actualmente se disponen de medicamentos como los análogos de GLP1 (que pueden actuar mejorando las cifras de glucosa en sangre y el peso corporal); las estatinas (que disminuyen las concentraciones de colesterol y mejoran la función de los vasos sanguíneos); así como inhibidores del SGLT2 (que favorecen la pérdida de glucosa por la orina y disminuyen la tensión arterial) como algunos ejemplos de fármacos que ofrecen múltiples beneficios en pacientes con estas enfermedades.

Conocer el tratamiento utilizado actualmente: Algunas limitaciones en los planes de tratamiento diseñados por el personal de salud incluyen además del costo, los efectos secundarios y las interacciones farmacológicas.  Es muy importante que le mencione al personal encargado de la consulta los medicamentos y “suplementos” que actualmente consume, para tratar de diseñarle un tratamiento personalizado, que además de ser accesible para usted sea seguro y se puedan anticipar los posibles riesgos y beneficios. Es muy común en pacientes con enfermedades crónicas el uso de múltiples fármacos como: Analgésicos, antihipertensivos, suplementos, etc., por lo que puede ser difícil recordarlos todos en el momento de la consulta, así que usted podría hacer un listado de medicamentos para mencionarlos en ese momento y hacer más dinámica y objetiva la entrevista clínica.

Recomendaciones para el personal de salud en general

Ser amables y empáticos. Recordemos que la medicina es una ciencia, pero con una fuerte conexión con el humanismo, por lo que el buen trato y la empatía son indispensables para brindar una atención de calidad hacia nuestros enfermos, por lo cual decimos que la medicina es un estado del arte cuyo objetivo se centra en el ser humano que debido a una enfermedad se encuentra vulnerable (y sufre), por lo que necesita de un tratamiento integral acompañado de un trato digno y respetuoso por parte del personal de salud.

Explicar de manera clara y sencilla la forma en que va a tomar la medicación: Es muy importante usar un lenguaje apropiado para el contexto del paciente (recordemos que la mayoría de nuestros pacientes no conocen la terminología médica). En el caso de prescribir fármacos se sugiere ser claro en cuanto dosis, horarios y situaciones que puedan interferir con su absorción y efectos farmacológicos, usando letra entendible y clara.

Animar al paciente para expresar sus dudas con respecto al tratamiento: Preguntar cordialmente si existe alguna duda respecto a la consulta y si hemos sido claros con la explicación.

¿Qué podemos hacer para disminuir el número de casos de enfermedad cardiovascular y sus repercusiones económicas sobre el sistema de salud?

Educar a la población:  Promover estilos de vida saludables en la población para mejorar su calidad de vida y prevenir sus complicaciones. Desde nuestra  perspectiva, la educación para la salud es la mejor herramienta para prevenir las temidas complicaciones de las enfermedades crónicas, las cuales no solo afectan la calidad de vida de las personas que las padecen, sino que además impactan en la economía de las comunidades, ya que limitan la capacidad laboral e incrementan los costos de la atención sanitaria. Tomar decisiones compartidas con el paciente y empoderarlo para seguir un tratamiento establecido, así como implicar al cuidador formal y a la familia debería ser el objetivo primordial de la educación sanitaria.

Reducir el consumo de sal: El sodio es un elemento indispensable para mantener diversas funciones del organismo, sin embargo, el exceso en el consumo de este mineral se asocia con efectos perjudiciales para la salud. Diversas organizaciones sanitarias  recomiendan que la ingesta máxima de sal (cloruro de sodio) sea no mayor de 5 g/día, lo que equivale a no más de 2000 mg de sodio al día. No obstante, en muchos países el consumo habitual es de 9-12 g/día y en México puede ser de hasta de 11 g/día. Por lo que reducir la ingesta de sodio en la dieta es una de las medidas más recomendables para mejorar la salud y reducir la incidencia de hipertensión arterial.

Evitar el sedentarismo: Diversos estudios asocian la falta de actividad física con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y no cardiovasculares. Se recomienda por los menos 30 minutos al día de actividad física moderada, la mayoría de los días de la semana (equivalente a más de 150min/semana).

Cuidar la higiene del sueño: Mejorar la calidad del sueño es una parte muy importante al promover estilos de vida saludables. El insomnio (entendido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño), el sueño no reparador y la apnea obstructiva del sueño (ronquidos) pueden favorecer el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Consumir una dieta saludable y limitar el consumo de grasas:  Es muy importante el apoyo del área de nutriología para crear planes de alimentación apropiados para cada persona, teniendo en consideración sus actividades, enfermedades y expectativas de vida. Respecto a la ingesta de bebidas alcohólicas, se recomienda NO consumir más de 2 bebidas/día en varones y no más de una 1 bebida al día en mujeres (1 bebida equivale a unos 10g de alcohol).Por otra parte, el consumo regular de frutas y verduras mejora el aporte de vitaminas y antioxidantes que son indispensables para mantener una buena salud. En diversos estudios se ha encontrado una relación directa entre enfermedades cardiovasculares y las concentraciones elevadas de colesterol malo (conocido como LDL).

Evitar fumar: Fumar es malo para la salud (incluyendo la del personal de salud), por lo que se debe evitar su consumo en la población. Se ha demostrado que al suspender el tabaquismo disminuyen las cifras de presión arterial y la frecuencia cardíaca, reduciendo la mortalidad.

Mantener un peso saludable: Se ha demostrado que por cada kilogramo de peso perdido, la presión arterial se reduce en 1mmHg y también permite reducir la dosis de diversos fármacos.

Mejorar el medio ambiente: La contaminación ambiental desempeña un papel crucial en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y el cáncer. Grandes cantidades de desechos plásticos entran diariamente en el medio ambiente y se ha demostrado que pueden afectar la función hormonal normal y favorecer el desarrollo de diversas enfermedades, por lo que un medio ambiente sano puede mejorar la calidad de vida de la población y disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Estrés laboral inducida por ruido: El ruido excesivo, especialmente en el ambiente laboral o urbano, activa mecanismos fisiológicos que generan un aumento crónico de la presión arterial, por lo que reducir la exposición al ruido excesivo contribuye a la prevención de la hipertensión arterial y otros problemas de salud.

Aunado a todas las recomendaciones anteriores, es relevante tener en cuenta el área psicosocial de los consultantes, por ello se recomienda:

Crear conexiones sociales favorables: Establecer este tipo de relaciones y construir redes de apoyo sólidas es esencial para la atención integral de los pacientes con enfermedades cardiovasculares. Las interacciones sociales positivas no solo generan un sentido de pertenencia, sino también promueven la adherencia a los tratamientos y contribuyen a mejorar hábitos de salud. Al convivir en una comunidad o grupo de apoyo, los pacientes se sienten más motivados para realizar cambios en su estilo de vida,  así como seguir una dieta saludable y realizar actividad física regularmente. Además, estas conexiones pueden facilitar el intercambio de información y experiencias, lo que permite a los pacientes aprender de los demás y desarrollar estrategias efectivas para manejar su padecimiento. Por ello, es esencial involucrar a la familia y amigos en el proceso educativo y brindarles herramientas para que funjan como apoyo emocional.

Mejorar la autoestima: Es igualmente importante en el tratamiento, ya que un sentido elevado de autovaloración puede influir positivamente en la salud física y psicológica de los pacientes. Los problemas cardiovasculares y la hipertensión, puede generar sentimientos de vulnerabilidad y ansiedad, por lo que ayudar a los pacientes a reconocer sus logros y capacidades es crucial. Consultas médicas que integren información sobre la importancia del autocuidado y la autoaceptación son de gran ayuda para  empoderar a los pacientes y reducir la sensación de impotencia frente a la enfermedad.

Conclusiones

La hipertensión arterial mal controlada favorece el desarrollo de diversas enfermedades cardiovasculares, por lo que la prevención y tratamiento adecuado de la misma mejora la salud de nuestra población y reduce los costos generados por las complicaciones cardiovasculares.

Además, el trabajo multidisciplinario es fundamental para ofrecer un tratamiento integral y efectivo en el manejo de estos padecimientos. Cada disciplina aporta una perspectiva valiosa, considerando tanto los aspectos físicos como emocionales del paciente. Reconocer que nuestras conductas pueden ser factores de riesgo o de protección, permitirá diseñar intervenciones personalizadas que fomenten estilos de vida saludables.

Fuentes consultadas

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