El Día Mundial Sin Tabaco que se celebra el 31 de Mayo de cada año, establece la ocasión para promover entre toda la población principalmente en mujeres, niños y niñas estrategias que eviten el inicio del consumo de productos con nicotina (tanto cigarrillos como sistemas electrónicos de administración de nicotina) y, por otro, que motiven a los que ya consumen productos con nicotina a dejar de hacerlo. 

Lo anterior tiene como base los resultados de diferentes estudios que muestran que existe una asociación fuerte entre el consumo de cigarros y la presencia de enfermedades crónicas, degenerativas e incapacitantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el consumo de tabaco tiene un costo económico enorme que incluye los elevados costos sanitarios de tratar las enfermedades que causa y la pérdida de capital humano debida a su morbimortalidad que van desde enfermedades cardiácas, pulmonares y diferentes tipos de cáncer, entre otros.

El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (2017)señala que en México diariamente mueren 135 personas y que los costos de atención tan solo para enfermedades cardiacas y EPOC asociadas al consumo de tabaco ascienden alrededor de $52, 000, 000, 000. Por todo lo anterior, son indispensables acciones de detección temprana, prevención e intervención del consumo de tabaco, y que estas acciones se enfoquen a la población con mayor riesgo que son los adolescentes y la población de adultos jóvenes, y sobre todo los que se encuentran en edad para cursar niveles de educación media superior y superior. En la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT 2016-2017) se indica que 23.3% de la población de 18 a 24 años señaló fumar 6.1 cigarrillos por día, en promedio, en los últimos 30 días. Lo anterior se explica a partir de que se ha observado que cuando la población de jóvenes ingresa al nivel educativo superior aumenta la probabilidad de que inicien el consumo de tabaco y en el transcurso de los estudios de licenciatura se convierta en fumador ocasional y posteriormente en un fumador que consuma diario principalmente como forma de socializar y de afrontar estados de ansiedad, depresión y estrés. Por lo que es de suma importancia para todos los universitarios conocer las consecuencias de fumar y de usar sistemas electrónicos de administración de nicotina (por ejemplo: vapeadores) para que eviten iniciar su uso, y si ya consumen buscar alternativas de intervención para dejarlo. 

En este sentido, el “Programa de Prevención y Atención del Consumo de Sustancias” del Centro de Atención y Orientación para Estudiantes (CAOPE) de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala instrumenta diferentes estrategias de prevención, detección temprana y atención para las personas que quieren dejar de fumar. Específicamente, cuenta con dos modalidades de intervención que están constituidas de técnicas cognitivo-conductuales que cuentan con validez empírica para dejar de fumar:

1) Presencial: se realiza una evaluación antes de la intervención sobre historia de consumo, obtenemos el patrón de consumo promedio e identificamos problemas asociados al consumo, después se inicia la intervención que son 4 sesiones de una hora, al finalizar la intervención se hacen seguimientos al mes, a los tres y seis meses. 

2) Telefónica: Se hace la una evaluación antes de la intervención vía correo electrónico y después iniciamos la intervención que son 5 llamadas, al finalizar la intervención se hacen seguimientos al mes, a los tres y seis meses.

Si alguien está interesado en asistir al programa para dejar de fumar solo tiene que enviar un WhatsApp: 56 11 69 18 75, con su nombre y correo electrónico, automáticamente recibirá el correo electrónico con las instrucciones para inicial la evaluación inicial y con esto iniciamos la intervención.