Educación en línea: enseñanza remota de emergencia en la FESI

Reporte: Esther López

Para dar continuidad a las actividades académicas ante la situación de salud generada por la COVID-19, en la comunidad universitaria se ha instrumentado, desde el inicio, una enseñanza remota de emergencia, que ha estado limitada en varios aspectos, pero que ha dado respuesta a la necesidad inmediata en el ámbito educativo; al respecto habló la Dra. Anabel de la Rosa Gómez, coordinadora de Educación a Distancia de la FESI, en entrevista con Gaceta Iztacala.

La funcionaria destacó, que a diferencia de las experiencias de aprendizaje planificadas y diseñadas previamente para brindarse en línea (educación a distancia), se ha implementado la enseñanza remota de emergencia –como se le ha llamado al cambio temporal de la enseñanza tradicional “presencial” a una modalidad de entrega alternativa, mediada por tecnologías–, debido a las circunstancias de confinamiento y distanciamiento social por la contingencia sanitaria; pero que, eventualmente, se volverá a la modalidad presencial una vez disminuida la emergencia.

Esta conversión emergente, indicó, no pretende recrear un ecosistema educativo a distancia robusto, sino más bien proporcionar los apoyos de una manera rápida y asequible para continuar con la enseñanza durante el periodo que dure la contingencia. La educación a distancia, señaló, ha tenido el estigma de ser menos exigente y de menor calidad que la enseñanza convencional presencial, a pesar de existir investigaciones que muestran lo contrario. “No obstante, con el transcurso de los años se ha ganado experiencia en la implementación de programas y planes de estudio en dicha modalidad, mostrado su potencial. Se ha hecho evidente que la educación en línea involucra una carga mayor de trabajo por parte del docente tanto para el diseño de la instrucción como para la implementación, y también, se requiere de habilidades y competencias de autoaprendizaje por parte del alumno”.

Mencionó que los docentes cuentan con diferentes niveles de competencia digital y, frecuentemente, están acostumbrados a la asistencia personalizada, por lo que el cambio a la enseñanza remota emergente requirió que el profesorado tomara el control del proceso de implementación en línea. Para ello se desarrolló un portal web de formación en tecnologías para el aprendizaje, cuyo objetivo es ofrecer formación flexible que favorezca el uso de tecnologías acorde a las necesidades de cada docente, con la finalidad de diseñar, mejorar e incentivar la creatividad en situaciones de aprendizaje mediadas por la tecnología.

Consulta el sitio

En él se ofrecen cursos y talleres en línea; dispone de recursos educativos digitales, tutoriales y manuales de uso de sistemas de videoconferencias; asistencia para la creación de cuentas de correo institucional para acceder al uso de la suite de Google for Education, y atención síncrona y asíncrona de dudas tecnológicas, entre otras.

La doctora De la Rosa mencionó que se han tramitado más de 300 de estos correos institucionales para uso de recursos de Google Suite; se aperturaron alrededor de 50 aulas virtuales en Moodle –adicionales a las 300 aulas activas durante el semestre– como apoyo a la docencia presencial; se gestionaron más de 20 cursos y talleres en línea para la capacitación y acompañamiento en tecnologías para el aprendizaje que están beneficiando a más de 800 profesores de la FES Iztacala.

Expresó que a partir de lo detectado durante los primeros meses de la contingencia y con vista al nuevo semestre, que implicará clases presenciales y con apoyos en línea, los retos son y serán buscar el equilibrio entre los recursos (físicos y humanos) disponibles; estrechar la brecha digital de los profesores y alumnos; atender las actitudes y habilidades del profesorado para dar respuesta a las necesidades particulares de la modalidad de enseñanza remota e híbrida y los aspectos socioemocionales vinculados con el teletrabajo y la regulación emocional de los docentes. En tanto que los alumnos deberán tener la capacidad de resiliencia para la migración de modalidad de presencial a en línea; el despliegue y desarrollo de habilidades autogestivas, de autorregulación, flexibles y proactivas para facilitar el aprendizaje.

Recordó que en Iztacala se ha impulsado en años pasados, de manera decidida, la incorporación de aulas virtuales a las asignaturas de los programas y planes de estudio de las seis carreras del sistema presencial, y se ha visto una cosecha positiva, aunque todavía se tienen muchos retos; entre ellos, fortalecer el equipo de apoyo técnico para la gestión de almacenamiento, así como la capacitación del profesorado para el uso adecuado de las herramientas digitales y sus aplicaciones pedagógicas en la enseñanza remota e híbrida.

Partiendo de que no se pretende que el profesor del sistema presencial se convierta de repente en un experto en educación en línea durante esta contingencia, es importante reconocer que todos han hecho lo mejor que pudieron con pocos o medianos recursos y en poco tiempo. El reto es realizar las adecuaciones necesarias para la enseñanza mixta y tratar de alcanzar un equilibrio, así como seguir con la capacitación en el uso pedagógico de las tecnologías para el aprendizaje.

Dra. Anabel De la Rosa

Finalmente expresó que la emergencia sanitaria ha mostrado que la educación en línea requiere planeación, formación y organización, y que es difícil pensar que esta crisis generará en los miembros de la comunidad universitaria un impacto en los métodos de enseñanza y aprendizaje.

Agregó que la incorporación de esquemas de trabajo en línea en combinación con métodos presenciales es fundamental para lograr una mejor calidad educativa. “Una vez que la contingencia haya disminuido, será importante realizar un análisis de las fortalezas y debilidades en este rubro; generar líneas de acción para fortalecer la formación docente en la Era Digital; incorporar estrategias educativas con el uso de Tecnologías para el Aprendizaje y Conocimiento (TAC), así como la incorporación paulatina de modelos de aprendizaje híbridos que permitan flexibilidad y adaptación a las necesidades de cada estudiante”.