Lago Alchichica: riqueza ecológica estudiada por la comunidad científica de Iztacala
La diversidad ecológica hace de México un país de enorme riqueza natural que brinda a sus habitantes, y visitantes, exquisitos paisajes que maravillan e invitan a la contemplación; paraísos caracterizados por la zona en que se encuentran ubicados, algunos en grandes extensiones otros son únicos en pequeños espacios que no demeritan su belleza; tal es el caso del Lago Alchichica, que por el color de su agua atrae la atención de quienes por ahí transitan, viven o realizan alguna actividad en su entorno o dentro de él.
Pero la importancia del lago cráter Alchichica va más allá de un panorama agradable a la vista; es un hábitat importante para una gran diversidad de especies acuáticas, pero sobre todo para las 18 microespecies endémicas conocidas hasta el día de hoy, que se han desarrollado sólo en este micromundo acuático y donde seguramente existen más; además de ser el hogar de una especie de charal (Poblana alchichica) y un ajolote (Ambystoma taylori), también únicos, microendémicos y listados en las normas oficiales mexicanas (NOM-059-SEMARNAT-2010) en estado de amenaza y protección especial, respectivamente, por su susceptibilidad a la extinción.
Ubicado en el estado de Puebla, en la zona conocida como la Región de Los Llanos de Puebla, se encuentra el “Archipiélago de los Axalapazcos” –conformado por seis lagos, entre ellos Alchichica, el más grande–; la génesis del cráter que actualmente aloja el lago se remonta a millones de años, cuando al subir el magma de un volcán se topó con el agua de un manto freático, generando vapor, que al acumularse provocó una explosión y dejó un orificio, el cual se llenó con el agua, esto sucedió entre 13,300 y 6,300 años atrás; así nació este lago cráter, que se conoce como tipo maar o bien bajo el localismo de axalapazco.
Sobre el axalapazco Alchichica, el Dr. Javier Alcocer Durand, integrante del Grupo de Investigación en Limnología Tropical de la FES Iztacala, señala que el lago ha sido estudiado durante 20 años de manera continua. Esta zona, explica, es rica en mantos freáticos –agua subterránea– que se formaron hace miles de años cuando ésta era más húmeda, pero que con el paso del tiempo y el cambio del clima se invirtió el balance hídrico, y hoy es más seco, ejemplo de ello es que el lago recibe anualmente 500 mm por lluvia pero se evapora 1 600 mm; es decir, tienen una pérdida neta de agua año con año, situación que se aprecia en el lago al disminuir el nivel del mismo.
Éste, al igual que los demás lagos de la zona, tiene como fuente principal de recarga de agua el manto freático, el cual también ha reducido sus niveles por la extracción del agua, a través de pozos, para uso humano (agricultura, ganadería, urbano); esto contribuye al continuo descenso del nivel del agua en el lago y la vida que en él existe depende completamente de este líquido, por lo que sin éste simplemente no habría lago.
El Lago Alchichica, además, se caracteriza por contener agua salada, producto de la combinación de las aguas ricas en sodio procedente de los materiales volcánicos (el magma) y de los bicarbonatos/carbonatos que derivan de las rocas calizas marinas cretácicas que abundan en el substrato geológico de la región. La cantidad de sal de éste es aproximadamente una tercera parte de la del agua de mar, pero contiene una mayor cantidad de elementos como el magnesio y el boro; característica química que seguramente ha tenido mucho que ver con la presencia de tantas especies microendémicas.
También es uno de los pocos lagos hondos existentes en México, con un máximo de poco más de 60 metros de profundidad y alrededor de 40 metros de profundidad media. Además de tener una forma casi circular y un diámetro de dos kilómetros. El agua es fría (15.5° en promedio), pero las tonalidades del color azul de la misma es lo que atrae las miradas. Ésta es sumamente transparente, permitiendo que la luz del Sol llegue hasta los 40 metros de profundidad; lo cual se debe a la escasa presencia de fitoplancton.
Es el lago cráter más conocido de la zona por estar a pie de carretera, pero sobre todo es único en su tipo porque cuenta con las estructuras conocidas como “estromatolitos”, localmente denominados texcales. Estos juegan un papel indispensable para la ecología del lago. De manera análoga a lo que representan los corales para el ecosistema arrecifal marino, la comunidad microbiana que crea los estromatolitos es fundamental para el ecosistema del axalapazco Alchichica.
Estos se formaron antaño debajo del agua por un efecto combinado biogeoquímico-biológico. Al entrar en contacto el agua subterránea, menos mineralizada y rica en calcio, con el agua superficial alcalina y con abundantes carbonatos, se precipita el compuesto químico denominado carbonato de calcio, de manera que se forman estas estructuras. Los microorganismos –principalmente algas azul-verdes o cianobacterias– crecen formando biopelículas (microbialitos), las cuales van precipitando el carbonato de calcio y magnesio disuelto en el agua y van creciendo capa a capa durante miles de años, conformando los estromatolitos. A pesar de ser un ecosistema en miniatura, éste alberga una gran cantidad se especies, todas ellas vinculadas entre sí y perfectamente adaptadas al ambiente, lo cual permite darle su particularidad a este pequeño gran mundo acuático. Estos estromatolitos en forma de anillo en la periferia del lago no se encuentran en ningún otro lago del país y prácticamente en casi ninguna parte del mundo.
El Dr. Javier Alcocer indica que se debe comprender y tener claro el impacto que se puede generar en un ecosistema si se da una intervención que altere el equilibrio en el mismo. En el caso del Lago Alchichica la existencia de los estromatolitos es fundamental debido a que desempeña diversas funciones que contribuyen al equilibrio y buen estado de este lugar y de forma complementaria, un ambiente sano garantiza la persistencia de los estromatolitos.
Así, estos forman una estructura física tridimensional, bajo el agua, en donde se establecen toda una serie de organismos diferentes que encuentran en ellos el lugar donde reproducirse, les sirve de refugio o de alimentación o protección contra sus depredadores; y a su vez permiten que estos sigan vivos; es decir, es una interrelación que se establece para la vida de todos; si los texcales quedan al aire libre mueren dejando de prestar esta función.
Pero aun en el exterior, cuando quedan expuestos al bajar el nivel del lago y mueren quedando sólo la estructura, desempeñan otra función importante, ya que son una barrera natural para detener el sedimento que puede ser arrastrado al lago, lo cual enturbiaría el agua evitando con ello que se lleve a cabo la fotosíntesis que permite la vida, la limpieza y la claridad que caracteriza a este lago cráter. También regula las corrientes y fuerza del oleaje que puede erosionar la costa y al atrapar el sedimento antes de que llegue al resto del lago.
Por ello, aunque ya no son un organismo vivo sí desempañan un papel que permite conservar el ecosistema, y por esto deben conservarse tal y como están. Si se llegará a considerar lo contrario se desencadenaría una serie de consecuencias que terminaría en un desastre ecológico total; su belleza principal, el color azul del agua, se perdería por completo y por tanto el atractivo del lugar, además de la pérdida de todos los seres vivos que en ésta habitan.
Otra función importante del lago y sus texcales es que capta bióxido de carbono, lo absorbe y mantienen en dichas estructuras por lo que ayudan a disminuir la cantidad de este elemento en la atmósfera, situación vital en este momento en el que el planeta pasa por un cambio climático importante.
Los estromatolitos se cuentan entre los ejemplos de vida más antiguos del planeta, pues son muy comunes de encontrar en el registro fósil a partir de hace 3,800 millones de años, durante el Eón Arqueano y posteriormente en el Proterozoico, por lo que se pueden considerar relictos o fósiles vivientes, pues son raros de encontrar en la actualidad. Para preservar este lugar y sus texcales, se debe impulsar un trabajo conjunto entre las instituciones y las personas involucradas para buscar planes o estrategias que permitan aprovechar los recursos naturales y a su vez conservarlos, y entre ellos se encuentran los científicos que los han estudiado.
Alrededor del Lago Alchichica hay nueve comunidades pequeñas que albergan a casi nueve mil habitantes, quienes podrían beneficiarse sin generar la destrucción del ecosistema, dándole un mayor impulso como atracción turística enmarcada en la conservación a través del ecoturismo; la cual puede lograrse con la voluntad inicial de todos los involucrados para encontrar caminos que beneficien a todos, pero sobre todo el mantener los ecosistemas tan necesarios para toda la vida en este planeta. De igual importancia, pero comúnmente poco reconocido, el Lago Alchichica provee un servicio socio-ecosistémico, estético y cultural, para los habitantes de la zona y muchos visitantes. Es precisamente la belleza escénica del lago lo que lo hace ser considerado un destino turístico. Además, numerosos mitos, tradiciones y leyendas evidencian que el lago forma parte importante de la cultura ancestral de la zona.
Sin embargo, recientemente, y de forma arbitraria e ilegal al ser un Área Natural Protegida, se iniciaron obras de construcción para la edificación de un hotel junto al lago, dentro del cráter, incluyendo un muelle con lo cual se removieron, destruyeron y cubrieron con tierra los texcales en la zona de la construcción. Afortunadamente, en un esfuerzo conjunto y coordinado de los científicos de nuestra Universidad, la presión social y con el apoyo de las autoridades (Gobernador de Puebla –Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta–, la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial de Puebla y la CONAGUA) se clausuró y eventualmente prohibió la construcción. Con lo anterior se evitó hacer más daño ecológico del desafortunadamente generado al Lago Alchichica y su ecología. Esta situación evidencia la necesidad del trabajo conjunto de la ciencia, la sociedad y las autoridades correspondientes para llevar a cabo las acciones que permitan la conservación de los ecosistemas del país.
Reporte: Esther López
Foto principal: Mariana Vargas Sánchez