La Reina Roja: Una gobernante en la sociedad Maya

Mtra. Rosa María González Ortiz
Integrante del Programa Institucional de Estudios de Género

En 2019 se cumplieron 25 años del descubrimiento del entierro de la Reina Roja en la Necrópolis Señorial de Palenque, acontecimiento que vino a acrecentar el patrimonio histórico y cultural de México y del mundo. El descubrimiento arroja luz para revalorar el sitio de las mujeres en la historia, dando certeza del papel protagónico de las mujeres gobernantes en la sociedad maya. 

En la osamenta han realizado exámenes físicos, de genética, radiología y, carbono 14, identificando prácticas de modificación severa del cráneo, huellas de padecimientos físicos y dentales. Un gran equipo humano ha logrado interpretar y reconstruir las joyas que portaba. En el 2018, el ajuar reconstruido fue presentado en la ciudad de Los Ángeles, Nueva York y en el Museo del Templo Mayor en la ciudad de México. Joanna Pillsbury dice: “las joyas que portaba, son las reliquias de una mujer poderosa, que pensábamos que sólo usaban los hombres y ahora sabemos que las mujeres también”.  

Especialistas informan que la Reina Roja era una mujer de 1.54 metros de altura, de entre 50 y 60 años de edad. En palabras de Arnoldo González Cruz; estos análisis, además de los estudios de antropología física, epigrafía y la temporalidad de los materiales arqueológicos encontrados en la tumba, nos indican que la señora Tz´ak-b´u (esposa del gobernante Pakal) parece la candidata que ocupó el sarcófago del Templo XIII.

El 11 de abril de 1994, cuando hacía su trabajo de excavación, para la conservación y el mantenimiento en el Templo XII, la arqueóloga Fanny López Jiménez descubrió una subestructura, una puerta y un pasillo que la condujo a encontrar tres cámaras, en una de ellas se encontraba la Reina Roja. Arnoldo González Cruz, director del proyecto autorizó los trabajos de rescate y según Fanny; “una semana después hicimos en ésta una oquedad para ver si contenía algo en su interior y nuestra sorpresa fue grande cuando vimos que se trataba de una tumba y un sarcófago; sin embargo decidimos dejar al último la entrada a dicha cámara”. Después de casi dos meses de arduos trabajos, la madrugada del 1 de junio de 1994 se llevó a cabo la apertura del sarcófago. Otro mes de junio, pero, de 1952 se había descubierto la Tumba Real de Pakal en el Templo de las Inscripciones XII.

El antropólogo físico Arturo Romano Pacheco estaba presente cuando abrieron el sarcófago, él también había realizado los estudios de las osamentas de Pakal en 1952. Al retirar la cubierta se observó que todos los restos estaban cubiertos por una capa gruesa de cinabrio, un mineral de color rojo compuesto por mercurio y  azufre que fue utilizado para preservar los restos humanos. Romano Pacheco, al inspeccionar los restos diagnosticó que la osamenta de la pelvis pertenecía a una mujer. La datación está fechada en el año 672 d. C. Se trataba de un esqueleto que estaba cubierto todo de rojo, por ello la nombraron Reina Roja.

El sarcófago no presentaba inscripciones jeroglíficas, lo que dificultó conocer la identidad del personaje, pero, encima de la lápida se encontraron un malacate (instrumento para hilar que usan algunos indígenas) y un incensario. También una concha y dentro una figurilla femenina. En el lado poniente del sarcófago estaban los restos óseos de un niño, en el lado oriental los restos de una mujer. Los rituales funerarios mayas para personajes de alta jerarquía social indican que deben acompañarse con personas que son sacrificadas en vida. 

Para finalizar recomendamos la lectura del libro La Reina Roja, de Adriana Malvido, la única reportera que presenció la apertura del sarcófago donde había sido enterrada la Reina Roja, fallecida hace mil trescientos años.