La psicología de la salud y el tratamiento de la Hipertensión Arterial (HTA)
Dra. Georgina Eugenia Bazán Riverón / Profesora Titular B / Adscrita a la División de Investigación y Posgrado
Comenzaremos por explicar ¿Qué es la psicología de la salud?
Desde la década de los 70’s la Psicología de la Salud, se definió como las contribuciones educativas, científicas y profesionales de la disciplina psicológica a la promoción, mantenimiento de la salud, prevención y tratamiento de enfermedades, la identificación de etiologías y diagnósticos relacionados a enfermedades y disfunciones, así como al mejoramiento del sistema al cuidado de la salud y la formación de políticas sanitarias. Su atención se dirige a dos grandes rubros: por un lado a) intervención con pacientes y familiares; y por otro lado b) intervención con el equipo al cuidado de la salud, como veremos a continuación.
Intervención con Pacientes y familia
Las aportaciones de esta disciplina han sido múltiples, pero pueden subrayarse tres especialmente: 1. La generación de un marco teórico que sustenta los aspectos psicológicos dentro del proceso continuo de salud-enfermedad, mismo que muestra la relación entre estilo de vida, y dicho continuo; 2. Ha identificado el papel de conductas relacionadas a la enfermedad (como el estrés), y 3. Ha puesto de manifiesto la percepción de las personas sobre su estado de salud, evidenciado el papel de aspectos psicológicos (como el afrontamiento o locus de control) en la adaptación de las personas a la enfermedad.
Dichas aportaciones han creado áreas de intervención para el psicólogo de la salud, quien en enfermedades como la HTA mediante estrategias cognitivas conductuales participa en: la adherencia farmacológica, en la motivación para la adopción de un estilo de vida saludable (alimentación adecuada –considerando un bajo consumo de sal y sodio-, actividad física, consumo de agua simple); la reducción de factores de riesgo personales y familiares, por medio del control de aspectos psicológicos relacionados al manejo emocional de la enfermedad (como el manejo de estrés, ansiedad y depresión); así mismo, proporciona repertorios sociales enfocados a favorecer la independencia del paciente.
En relación al trabajo que se hace con la población sanitaria, se atienden tanto las necesidades psicológicas de los trabajadores de la salud como las necesidades laborales, dotándoles de habilidades, como veremos en el apartado siguiente.
Intervención con el equipo al cuidado de la salud
El psicólogo de la salud, ha analizado y puede ayudar a controlar los efectos que tiene la actividad laboral en estos profesionales y su desempeño, identificando que dada la naturaleza de su profesión con una alta demanda emocional por los dilemas éticos que enfrentan día con día (al estar en contacto con el dolor y la muerte), estos profesionales suelen desarrollar trastornos psicológicos como el estrés o síndromes más complejos como el Burnout, el cual se caracteriza por: a) Agotamiento emocional, que conduce a tomar como estrategia de afrontamiento la b) Despersonalización, la cual produce c) Sentimientos de bajo logro personal, generando insatisfacción con su ejecución profesional.
De este modo, existen dos líneas de trabajo con el profesional de la salud, por un lado: el desarrollo de tecnologías para la evaluación e intervención de efectos negativos del trabajo dotándolos, habilidades sociales, entrenamiento en afrontamiento, técnicas de solución de problemas, autocontrol en el manejo de estrés, y mejorar las relaciones interpersonales. Por otro lado, la segunda línea de trabajo implica la desprofesionalización: cuyo objetivo es el entrenamiento de los pacientes, familiares y profesionales al cuidado de la salud en técnicas de modificación de conducta, que faciliten el manejo del paciente y la adherencia del mismo a los tratamientos.
Dado lo anterior, el papel del psicólogo que trabaja en esta área es, entre otros, fungir como asesor en la elaboración tanto de la evaluación como del tratamiento de un caso clínico, en conjunción con otros profesionales de la salud; como investigador, se dedica a aplicar los diferentes principios de la psicología a distintas enfermedades, en diversos ámbitos y circunstancias, para primero, producir datos o nuevas preguntas que puedan retroalimentar a la teoría; y segundo, mejorar la calidad de vida en el ámbito hospitalario, considerando los tres grupos que lo componen (paciente, familia y equipo al cuidado de la salud) tanto dentro de la institución como en el hogar y la comunidad.