Expertos disertan sobre Masculinidades, Erotismo y Violencia

Con la participación de reconocidos expertos el Proyecto de Investigación Interdisciplinaria sobre Cuerpo, Emociones y  Género de la FESI, junto con la Dra. Mariana Palumbo de la Universidad de Buenos Aires, quien realiza una estancia posdoctoral en el campus, realizaron la Jornada Masculinidades, Erotismo y Violencia el pasado 14 de septiembre.

Quienes disertaron en este foro fueron los doctores Leonardo Olivos Santoyo, integrante del Programa de Investigación Feminista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEICH) y docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de nuestra máxima casa de estudios; la Dra. Alba Luz Robles Mendoza, académica de la carrera de Psicología y coordinadora del Grupo de Diversidad Sexual, integrante del Programa Institucional de Estudios de Género y coordinadora del Programa de  Promoción y Fomento de la Salud Integral en el área Psicosocial con perspectiva de género de la FESI; la Dra. Ma. Alejandra Salguero Velázquez, docente, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y asesora en la Reunión de Expertos en el tema de Paternidad convocado por la Presidencia de la República y el Instituto Nacional de las Mujeres; y Olivia Tena Guerrero, docente y tutora en los posgrados de Ciencias Políticas y Sociales, así como de Psicología en nuestra máxima casa de estudios, adscrita al Programa de Investigación Feminista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM y actualmente coordinadora del Grupo Interdisciplinario de Investigación Feminista en Formación Policial.

El Dr. Olivos Santoyo, en su conferencia intitulada “Cojo, luego existo…” Revisitando el erotismo y la violencia masculina, enfatizó su participación en la prerrogativa con la que se inicia los devaneos eróticos: la mirada, que debería reinvidicar la belleza de las mujeres, así como su atractivo y por lo tanto su valía. Sin embargo, ésta, resaltó, puede convertirse también en amenazadora y  hasta violentar a las mujeres. Por ello, la dimensión visual cobra una función relevante a la hora de subjetivar las apetencias eróticas en nuestra sociedad. La erótica masculina transforma el cuerpo e identidad de una mujer y la de otros hombres en una pedacería de piernas, senos, nalgas y todos los segmentos corporales imaginables, por lo tanto, si las mujeres saben que el erotismo entra por la mirada reconocerán cuándo y cómo las miran.

Por su parte, la Dra. Alba Luz Robles reflexionó sobre la Violencia basada en el género y las nuevas masculinidades desde las experiencias del arte dragqueen, resultado, señaló, de una investigación que está desarrollando. Diferenció entre el concepto de agresión y violencia; la primera la definió como la capacidad innata que tienen los seres vivos para defenderse del medio y a la segunda como construcción social que tiene una intencionalidad mediática basada en factores religiosos, políticos, económicos, culturales y sociales. También definió a la violencia de género como la manifestación o una de las manifestaciones que toma la violencia social caracterizada por relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres principalmente porque está basada en un proceso hegemónico del poder masculino. Mientras la violencia basada en el género es entendida como la capacidad de análisis en un marco interpretativo de los derechos que tienen hombres y mujeres, basado en un orden estructural de género. En ese sentido, la inequidad está presente al igual que la discriminación social y ésta no sólo se presenta en las mujeres, sino también en los hombres, niños, niñas, adolescentes e integrantes de la diversidad sexual. Por lo tanto, las manifestaciones de la violencia de género se relacionan hacia el feminicidio, violencia doméstica, de pareja, física, el sexismo, los acosos callejeros y los delitos sexuales dirigidos a las mujeres como la violación. Mientras que la violencia basada en el género las condiciones de vulnerabilidad social en esta discriminación implica condiciones de interseccionalidad, por ejemplo, el ser indígena, discapacitado o migrante. En la actualidad existe una nueva figura denominada violencia basada en el género y generaciones. Luego del contexto abordado anteriormente, hizo referencia a las nuevas expresiones masculinas diferentes al modelo hegemónico de la masculinidad como ese modelo cultural donde los hombres sostienen una posición de liderazgo dominante basada en una jerarquía social.

De ahí la temática de esta ponencia en la que se estudia la violencia basada en el género en estas nuevas masculinidades y una de ellas es el dragqueenismo, expresión artística en el que se cuestionan las identidades binarias, el ser hombre y ser mujer, para resignificar el cuerpo transformándolo de lo que es el género masculino.- femenino, independientemente de su orientación sexual.

Concluyó su intervención dando los resultados de la investigación de corte cualitativo que realizó a personas dragqueen respecto a las expresiones de violencia basadas en el género que viven ante estas nuevas masculinidades. Los datos obtenidos fueron la discriminación, la violencia psicológica (física y verbal y el manejo de los miedos).

Por su parte, la doctora Ma. Alejandra Salguero habló sobre la Construcción sociocultural de masculinidades y erotismo con posibilidades de vida; señaló que el erotismo es un sentido de vida que puede modificarse en el transcurso de ésta, porque en cada momento histórico y cultura la concepción de erotismo es distinta por las relaciones sociales, normas, códigos, experiencias, prácticas, lenguajes y tabúes. En ese sentido, refirió que el erotismo en el mundo actual es patriarcal,  clasista, genérico, racista, específico y distintivo para los diferentes grupos. Al proseguir con su explicación, señaló que la construcción del erotismo en las mujeres y hombres es diferente: en las féminas se centra en el hogar, la familia, los hijos, en construirse para los otros y, en el caso de los varones, es en el trabajo, por ello hablar sobre las masculinidades o feminidades es un hecho sociocultural e histórico.

Mencionó, entonces que el erotismo de género implica hablar y rastrear los procesos de socialización y aprendizaje a los que han estado supeditados los hombres y las mujeres, a través de la relación de los otros y las otras, en los grupos, en los ámbitos de  trabajo, en la familia, escuelas y éstos son continuos e incluye también la sexualidad, el erotismo y la afectividad. Para finalizar, reconoció que no existe un, o el erotismo, sino implica un proceso de construcción constante en el que la sociedad decide los significados de éste de acuerdo a sus experiencias y forma de vida.

Finalmente, la Dra. Olivia Tena, presentó la ponencia Mujeres artificiables para una masculinidad incontenible: entre la oferta y la demanda, en la que reflexionó desde una perspectiva feminista abolicionista, sobre si los servicios sexuales demandados por un sector de la población, en su mayoría masculina, pueden ser concebidos como un contrato laboral y cómo la masculinidad se ha venido construyendo a lo largo de la historia, ya que en su mayoría los hombres piensan que más que un privilegio es su derecho acceder a lo más íntimo de los cuerpos de las mujeres. La prostitución en palabras de la historiadora Fabiola Bailón en su libro la Historia de la Prostitución en el siglo XIX, dice “…es un mal necesario y se ha considerado así desde la época de la colonia con el aval de la Iglesia Católica”. En ese sentido, la prostitución no es el oficio más antiguo del mundo sino la actividad que responde a la demanda de un hombre que quiere acceder al cuerpo de una mujer a cambio de un precio, el cual es modificable por la ley de la oferta y la demanda.

Señaló que fue en el año de 1865 que se profesionalizó la prostitución, acción que no cambió la objetivación del cuerpo de las mujeres en esta actividad sino que continúa reproduciéndose la narrativa de hombres con necesidades sexuales incontrolables que deben ser atendidas de una u otra manera por las mujeres sacrificiables, denominadas de esta manera por las formas que el patriarcado ha ido adoptado a través del tiempo ligado con los sistemas económicos, como plantea Celia Amoros y por los pensamientos de la Iglesia Católica y el Estado, así como algunas posiciones reglamentaristas del pasado e inventos del presente que pretenden normalizar a través de políticas y dispositivos legales.

Para finalizar, expresó “… lo personal es político y hoy más que nunca, es indispensable para superar el viejo concepto liberal de la elección libre de las mujeres, que en realidad no libera a las mujeres frente a su sexualidad sino que las introduce en un juego de poder que va  perfilando cuáles deseos se privilegian y cuáles se sacrifican libremente.”

Reporte: Ana Teresa Flores Andrade